Hay quien afirma que toda la vida humana es sagrada, y puede
que sea cierto. Pero no resulta menos cierto que ya he visto desaparecer unas
cuantas vidas, y que algunas me parecen menos sagradas que otras. En cuanto a
la tuya, y me refiero a tu vida personal e intransferible -salvo que creas en
la reencarnación-, allá cada cual si quiere pagar tan caro el dudoso placer de
cabalgar a caballos de hojalata que devoran a su jinete. Y no vengas con eso
del amor al riesgo y el vivir peligrosamente. Conozco a mucha gente que sabe
perfectamente, de grado o por fuerza, lo que es riesgo y la vida peligrosa.
Gente que sí merecen que derramen lágrimas por ella cuando le pican el billete,
en lugar de lamentar la desaparición de fulanos como tú; de tipos incapaces de
valorar la vida que poseen y que por eso la malgastan. Qué sabes tú del riesgo,
capullo. Y de la muerte. Y de la vida.
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